SOÑANDO CIELOS Y MARES DE COLORES.
Las noches de verano, este año, están siendo excepcionales por aquí. Por tierras gallegas. Y muy propicias para verlas llegar. Las nubes y el mar compiten, divertidos, con la paleta de colores. Y cada día es diferente. Y se mezclan rojos intensos de puestas de sol con mil tonos de grises y de azules. Juguetean a pintar cuadros nocturnos que, luego empapan de qui...etud y de brisas ligeras. En mi caminata rápida y que busca el ejercicio, voy mirando de reojo el horizonte y la costa, allá lejos. Y me alegran la escena las lucecillas de algún barco que cruza por allí. O de barquitas que pescan cercanas. A veces, detengo mi marcha y me apoyo en la balaustrada para captar, como a pequeños sorbos, esas mezclas y amalgamas de mar y de cielos. Y sigo, después, mi camino...soñándolos de colores...que ya llegará el otoño, cualquier día, para romper el embrujo.
Las noches de verano, este año, están siendo excepcionales por aquí. Por tierras gallegas. Y muy propicias para verlas llegar. Las nubes y el mar compiten, divertidos, con la paleta de colores. Y cada día es diferente. Y se mezclan rojos intensos de puestas de sol con mil tonos de grises y de azules. Juguetean a pintar cuadros nocturnos que, luego empapan de qui...etud y de brisas ligeras. En mi caminata rápida y que busca el ejercicio, voy mirando de reojo el horizonte y la costa, allá lejos. Y me alegran la escena las lucecillas de algún barco que cruza por allí. O de barquitas que pescan cercanas. A veces, detengo mi marcha y me apoyo en la balaustrada para captar, como a pequeños sorbos, esas mezclas y amalgamas de mar y de cielos. Y sigo, después, mi camino...soñándolos de colores...que ya llegará el otoño, cualquier día, para romper el embrujo.
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