sábado, 21 de marzo de 2020

DIARIO DE ESTOS DÍAS...

DÍA OCTAVO


Un día más, un día menos. Hoy es especial para mi. Es mi aniversario de boda. En la situación en que estamos hay tiempo para recordar. Y aquel día, tan importante, nos pasó de todo. En esa fecha cayó sobre toda España una nevada tremenda. La nieve cubría las calles de la Coruña. Y se amontonaba en los alrededores de la Iglesia en que nos casamos, hasta el punto de que hubo que poner unos tablones de madera para poder pasar del coche a las escaleras. Las fotos que tengo lo atestiguan perfectamente. Pero además, el párroco nos avisó la noche anterior de que adelantaba media hora la boda. Como es lógico entre la nieve que impidió llegar a algunos familiares y el cambio de hora que hizo que muchos llegaran tarde, la ceremonia fue casi en la intimidad. Y nuestro viaje de bodas padeció durante cuatro días las nevadas. Quedamos bloqueados, con el seiscientos, en Oviedo al estar cerrado Pajares y los puertos de Galicia. Tuvimos que ir al cuarto día a Santander para poder bajar hacia Castilla y el Mediterráneo. Y no sigo, porque hubo varias incidencias más, que hoy son anécdotas familiares. Así que lo hemos celebrado, igualmente en la intimidad, sin hijos ni nietos.
Seguimos con nuestra rutina ya establecida. Las ventanas a la calle, al atardecer, son ya una verbena. Muchos se asoman y aplauden por esto o por lo otro. Algunos cantan. Y los hay que se van de cacerolada. Lo malo es que a veces coinciden y se arma el jaleo. Ayer, lo más divertido, fue que de pronto salieron a las ventanas y balcones un montón de niños pequeñajos, cantando " estamos aburridos, estamos aburridos". Y así un buen rato. Tiene su gracia. Todo esto expresa varias cosas. Un estado de ánimo que necesita soltar presión y explayarse. Una afirmación de que estamos enteros y vamos a ser fuertes. Un deseo de pasar un rato divertido o entretenido. Y sobre todo, ganas de estar juntos, de caminar juntos, de manifestar juntos los mismos sentimientos. Salvo excepciones, claro, como los que la han tomado con Amancio Ortega y no callan.

Una tarde más y una noche más, nos veremos por aquí para "conversar", para encontrarnos y saber que seguimos bien. Y esto aunque proliferan cada vez más las fake news y los bulos mal intencionados. Hoy sueño con el día en que esta pesadilla termine. Tendremos que saber llevar al corazón y a la cabeza, y plasmar en hechos, todos estos sentimientos positivos, solidarios y de unidad social que estamos alumbrando en estos días. Confío en que lo lograremo

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